La manipulación publicitaria que se ha dado al problema de la basura, conduce a prejuzgar que éste se debe a que, en esencia, la población es sucia y desaseada, ya que desperdiga los desechos, cuando en realidad en el momento que usted “pone la basura en su lugar”, se originan una serie de procesos que involucran problemas diversos y complejos, de difícil resolución, que van, desde las formas de organización gubernamental para prestar este servicio, pasando por la corrupción en su manejo a muy diversos niveles, por la explotación y manipulación de un grupo de la comunidad que se dedica a estos menesteres, hasta llegar a los problemas ambientales que la acumulación de estos desechos provoca. Además del aspecto del desperdicio real que representa el abandonar materiales que podrían ser reutilizados, lo cual repercute en una mayor y más irracional explotación de los recursos naturales, tanto renovables como no renovables.
El manejo de los desechos sólidos, se resume en un ciclo (López, 1989), que comienza con su generación y acumulación temporal, continuando con su recolección, transporte y transferencia, y culmina en el destino final de los mismos, que puede ser el reciclaje de los subproductos útiles y su reutilización industrial, que en la ciudad de México y con los sistemas utilizados actualmente, no llega ni al 15%, o su disposición final en sitios destinados para este propósito. Es a partir de esta acumulación cuando comienzan los verdaderos problemas ambientales, ya que los basureros se convierten en focos permanentes de contaminación.
Los basureros pueden ser manejados de distintas formas: en primer lugar, tenemos los “tiraderos a cielo abierto”, los cuales, son zonas donde simplemente se acumulan los desechos, sin recibir ningún tipo de tratamiento; esta ha sido la forma tradicional de acumulación de los residuos sólidos.
Para que el manejo de los desechos sólidos sea adecuado y permita la recuperación del área, sería deseable conocer la cantidad y tipo de basura que recibirá, así como el tiempo de duración del relleno sanitario y el uso que se le dará al suelo después de su clausura. Es indispensable evitar que, tanto la elección del sitio para establecer el relleno como el manejo de los residuos, queden a merced de criterios políticos y de una falsa visión económica, lo que hasta ahora, sólo han llevado a la degradación del medio, con el consiguiente peligro, no sólo para las poblaciones vegetales y animales que rodean el socioecosistema, sino también para la población humana, ya que una mala elección del sitio y un mal manejo de los desechos, afecta en una zona muy amplia y no únicamente a las zonas aledañas, debido a que el aire y el agua, son bienes que consumen los habitantes de toda la ciudad.El manejo de los desechos sólidos, se resume en un ciclo (López, 1989), que comienza con su generación y acumulación temporal, continuando con su recolección, transporte y transferencia, y culmina en el destino final de los mismos, que puede ser el reciclaje de los subproductos útiles y su reutilización industrial, que en la ciudad de México y con los sistemas utilizados actualmente, no llega ni al 15%, o su disposición final en sitios destinados para este propósito. Es a partir de esta acumulación cuando comienzan los verdaderos problemas ambientales, ya que los basureros se convierten en focos permanentes de contaminación.
Los basureros pueden ser manejados de distintas formas: en primer lugar, tenemos los “tiraderos a cielo abierto”, los cuales, son zonas donde simplemente se acumulan los desechos, sin recibir ningún tipo de tratamiento; esta ha sido la forma tradicional de acumulación de los residuos sólidos.
Es indudable que el mantenimiento de un ambiente que permita proporcionar a la población una calidad de vida digna y saludable tiene un costo elevado, pero el gasto pecuniario que esto conlleva, siempre será menor que el costo —incluso político—, de poner en peligro el medio y la salud de la población de la ciudad más poblada de la Tierra.
Alumno: Erick Márquez Vázquez. 2°1. Vespertino.
Profesora: Florencia Gabriela Juárez Quintanar.

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